Es un recorrido guiado por el barrio de Analco que pone en relevancia los relatos contados en primera persona de diferentes sobrevivientes a las explosiones del 22 de abril de 1992. El recorrido empieza en el punto de la primera explosión, en la intersección de Calzada de la Independencia con calle Aldama, justo al medio de esa frontera imaginaria que divide a la ciudad en dos: el río subterráneo San Juan de Dios, adentrándose en las calles de Analco exhumando las historias que han estado guardadas durante décadas. El recorrido termina con una comida en el terreno baldío en donde está instalado un memorial para las personas desaparecidas del barrio.
Es un grupo multidisciplinario integrado por los y las artistas Italo Gallardo, Pilar Ronderos y Roberto Collio. La compañía centra sus investigaciones en la construcción de dispositivos escénicos poniendo énfasis en la historia anónima e íntima de un territorio o evento en contraste a su historia oficial. Ponen en tensión el concepto tradicional de «representación» para recobrar la noción de comunidad que antiguamente entregaba al teatro un lugar privilegiado de encuentro.